Sus principales aplicaciones son en el pulido (flat lapping) de metales duros, pulido de aleaciones y cerámicas; para obtener mayor precisión en alcanzar las dimensiones necesarias para mejorar las imperfecciones de forma así como lograr superficies pulidas, lisas y mejorar el ajuste entre ellas. En las operaciones de lapping, el tratamiento especial permite que el material no se compacte en el fondo de los recipientes y pueda ser fácilmente re-suspendido tanto en agua como en aceite.